Salud, cuento de no acabar

Pasaron los gobiernos eternos del PRI, siguieron los del PAN sin pena ni gloria y está en su oportunidad el de Morena, sin embargo el tema de salud es un cuento de no acabar en forma por demás lamentable e inexplicable.

Inexplicable porque la salud de los habitantes de este apaleado y saqueado país es la piedra angular. Un pueblo enfermo no produce y muere. Eso sería más que suficiente para que sus gobernantes le dedicaran toda su atención y lo mantuvieran en grado excelente.

Sin embargo, tanto los gobiernos que se fueron como los que van llegando mantienen el mismo status para el delicado tema.

Abren demagógicamente las puertas de clínicas, hospitales y centros de salud al que lo necesite pero no amplían infraestructura.

De qué le sirve a la gente enferma entrar a los nosocomios si no existen médicos, enfermeras y,esencialmente, medicinas suficientes para la cobertura agigantada en un abrir y cerrar de ojos. Eso es demagogia y un vil engaño a la gente buena.

A la par que abren el servicio para quien necesite atención médica, deberían desde hace muchos años haber ampliado el número de médicos, enfermeras, y retocado de medicinas las clínicas, hospitales y centros de salud.

De los que están ahora en el poder que considere esta apreciación trivial, le formulamos una cordial invitación. Que se pare en una clínica del ISSSTE o IMSS un sábado o domingo por la tarde noche en el área de “Urgencias”.

Va a conocer lo es que sufrir y padecer en tierra propia por falta de atención, no porque el médico de guardia no lo quiera hacer, sino porque un médico y a veces dos, es imposible materialmente dar pronta atención a tantos enfermos que llegan.

Algún día una recepcionista del ISSSTE Xalapa expresó que por qué la gente espera el sábado o domingo para ir a la clínica, pudiendo esperarse al lunes. Así de ese tamaño es la estupidez de algún personal irresponsable en estos sitios. Que se lo diga a su madre o familiares cuando lamentablemente enfermen en el fin de semana.

Acabamos de ver en Sonora que las cosas siguen igual, a 70 y tantos días del nuevo régimen. No hay medicinas, las escamotean o existe grave desabasto en la clínica del ISSSTE de aquel estado.

Pero jubilados, pensionados y demás agraviados se unieron y salieron a la calle para exigir la solución del problema.

Salieron a las calles a demandar mejor atención.

Porque después de pasar largas horas para dilatado servicio médico por falta de doctores, tienen que padecer el calvario para recibir el medicamento prescrito, urgente para atender sus males.

ISSSTE (no es el único en los estados) trae viejo problema con la dotación de medicamentos. Han cambiado mañosamente a cada rato el procedimiento para entregar las medicinas si es que las tienen y siempre impera la aburridora, el afán de fastidiar al paciente.

No es Sonora únicamente. Aquí hemos reportado el mismo problema en la Clínica del ISSSTE en Xalapa, al punto que muchos derechohabientes hacen auténticos sacrificios o sus familiares les compran los medicamentos y ése no es el caso. Porque enfermos tiene que cubrir trámites engorrosos para llegar inútilmente a la farmacia que sale con el viejo dicho del burócrata: “No hay, no hay”.

Pretenden olvidar que el trabajador ya cotizó, pagó por adelantado durante años el servicio que hoy le regatean o limitan, aduciendo desabasto, escasez o de plano se los niegan. Ah, pero eso sí los funcionarios cobran candorosamente sus elevados sueldos, gozan de privilegios propios del poder y llevan a su palomilla a la nómina en tanto el trabajador tiene que comprarse sus medicamentos para sobrevivir.

// YA CON ÉSTA me despido por hoy, no sin antes subrayar que más vale no olvidar que arrieros somos y en el camino andamos.

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T O B O G À N

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