¿A dónde iremos a parar? / Gustavo Cadena Mathey

Buen día apreciado lector:

Después de enterarnos poco antes del mediodía del miércoles en un importante grupo de wasap, sobre detalles de la enfermedad y posterior muerte del amigo periodista Manuel de Jesús Carvallo Carvallo, los trabajadores de la comunicación no podemos sentir más que mucha tristeza e indignación.

Sobre todo pesar, preocupación y angustia por la suerte que espera a quienes un día nos la jugamos por este noble, viejo y mal pagado oficio (que las universidades convirtieron en profesión), esperanzados en servir como puente de comunicación entre la sociedad y el gobierno.

“A todos los que me han preguntado, con tristeza les doy a conocer la situación de mi amigo el periodista Manuel de Jesús Carvallo Carvallo. Está internado en la cama 12 de la Cruz Roja en el Puerto de Veracruz.

“La amputación de su extremidad es inminente, la cual será hoy a las 12:00 hrs., debido al difícil cuadro de diabetes que presenta.

“Se requiere tipo de sangre AB Positivo, muy rara por cierto y esperamos en Dios su pronta recuperación”., alertó a las 10:36 un colega.

Enseguida se desparramó la avalancha de intentos de llamadas de solidaridad de los compañeros, no sin los cuestionamientos ¿por qué en la Cruz Roja?; ¿y la CEAP que no está para apoyar a los periodistas?, hubo críticas, discusiones, mentadas, explicaciones, discretos depósitos a una tarjeta de banco.

Poco más tarde otro compañero subrayó: “ya hablé con Manuel, le dije que todos los que somos sus amigos estaremos pendientes de él. Lo que más le urge es sangre. Recomiendo pongamos en nuestros portales un anuncio solicitando donaciones”.

En el wasap siguió la tempestad de comentarios y sugerencias; de discretos apoyos económicos; se criticó severamente a un integrante de la CEAP, al ex gobernador y hubo más polémica.

A las 3:20 alguien más informó:

“Aviso amigos: Manuel Carvallo ya salió del quirófano. El amigo tiene ánimo, dice que tiene dolor en el empeine que ya no tiene, Su humor es excelente. No le haría mal que le llamaran para darle ánimos. Gracias a Dios todo salió bien”.

Otro editor proféticamente acaso, vaticinaría:

“Quizá Dios quiere algo mejor para él y lo quiere tener más quieto, por algo pasan las cosas”. Algunos fueron a verlo, platicaron, vinieron las anécdotas reporteriles y él sonreía pero decía que sentía dolor. Nadie imaginaba el desenlace.

A las 6:16 un colega de tele preocupó: “Oremos por Manuel, está grave en terapia de shock. Su estado es muy delicado”. Unos lo negaban pero otra reportera confirmó: “compañeros acabo de hablar con su esposa y sí está muy mal, tiene vómito y está en shock, en Código Rojo, está muy mal y tiene agua en sus pulmones”.

De nuevo brilló la esperanza con oraciones y buenos deseos, pero finalmente a las 10:14 p.m., otro periodista avisó: “lamento informarles que acaba de fallecer el amigo Manuel Carvallo”…

Nadie lo creía, las manifestaciones de pesadumbre, de tristeza y dolor volvieron a aparecer, pero también las de indignación por el desinterés y la falta de atención de quienes pudieron haber hecho algo mejor; de una tragedia que los periodistas vivimos paso a paso, casi minuto a minuto. Así pinta el futuro para los reporteros “de a pie”. Descanse en paz el dinámico reportero Manuel de Jesús Carvallo.

Que haya paz y armonía en su entorno apreciado lector.

gustavocadenamathey@hotmail.com