“¡No, no, mi hija no!.. Maldito Yunes”

Édgar Hernández* / 

¡Se derrumba su gobierno y se va a Londres!

Vaya trágico final.

Para Miguel Angel Yunes Linares al igual que para cualquier político o gobernante no hay peor castigo que una madre lo maldiga.

Difícilmente el mandatario saliente podrá olvidar en lo que le reste de vida la escena de ayer del Congreso nacional cuando en el pleno de la sesión, la diputada de Morena Carmen Medel, irrumpió a gritos que a su hija le habían dado 9 balazos.

¡No, no, mi hija no!.. Maldito Yunes” exclamó provocando se detuviera la sesión de Congreso y se hiciera el silencio total.

Lo que vendría después sería la condena generalizada a nivel nacional empezando por el propio presidente electo Andrés Manuel López Obrador, quien exigió el esclarecimiento.

Ello al igual que el inminente gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García quien expresó “toda mi solidaridad en estos momentos a la compañera Carmen Medel por el cobarde asesinato de su hija que no debe quedar impune. Urgimos al Fiscal a que dé con los culpables de este y los mil 528 homicidios que se contabilizan en Veracruz en tan solo 2018”.

Tras el asesinato de Valeria, hija de la diputada, se alzó el encono de todos los sectores de la vida nacional contra el fallido gobierno de Miguel Angel Yunes.

Ya mismo los titulares de la prensa nacional dan cuenta esta mañana:

Matan a la hija de diputada federal de Morena en Veracruz; suspenden la sesión”, al tiempo que muestran una reveladora fotografía de los 500 diputados federales levantando el puño en señal de enérgica condena.

Mientras la prensa veracruzana refiere a ocho columnas la ejecución con una fotografía de Valeria tirada en medio de un charco de sangre con encabezados “¡Asesinaron a mi hija!”; “Fue una ejecución”; “Conmoción por el crimen de la hija de diputada”; “Por error, asesinan a hija de diputada; demandan justicia”.

Acaso llama la atención un diario jalapeño que elogia la “respuesta rápida del gobierno y la localización del asesino”.

Sin más datos que la versión oficial se da por bueno que un tal “Richie” es el autor material de la ejecución de Valeria Marian Cruz Medel –antes circuló un retrato hablado- y cierra el expediente, al menos mediáticamente, con una verdad bajo sospecha.

Bastaron unas horas después del crimen para que más rápido que aprisa se supiera quién fue el asesino, en qué vehículo se movía –un Mazda CX-5- y que el sicario no iba por Valeria sino por otra mujer que se “parecía mucho” y que asistía al mismo gimnasio.

Se determinó sin más que Richie fue el culpable… pero que ¿Oh, sorpresa!.. Lo encontraron bien muerto.

Fotografías que hizo circular la Fiscalía General muestran el retrato hablado, igualito al real, una foto en vida del joven Richie, el cristal derecho de Mazda hecho añicos por el impacto de las balas y el presunto con un balazo, o diez no se sabe, recargado a un costado del asiento sin vida.

Todo un montaje, o dicho con toda propiedad, todo un éxito policiaco, según la autoridad.

¡Vaya conveniencia!

Con todas esas sospechosas coincidencias rápido, muy rápido el gobierno de Miguel Angel Yunes se libró del problema aun cuando en los hechos queden brutales incógnitas sobre la presunta detención de policías involucrados en el asesinato dada a conocer minutos después del hecho delictivo y que no se haya sabido más de los dos detenidos que ¿fueron acaso quienes declararon que había sido una confusión lo del asesinato de Valeria?

Pero además, por qué se filtró en una primera instancia que el de Valeria de apenas 22 años, había sido un crimen pasional; que la ejecución estaba relacionada con el crimen organizado; que era un feminicidio; que lo del crimen era la secuela de un secuestro previo de su mamá, la hoy diputada.

Rápido criminalizaron el asunto hasta encontrar la bendita salida con un muerto, Richie.

Hoy, sin embargo, son más las dudas que el convencimiento entre el imaginario colectivo sobre lo que en realidad sucedió con Valeria, pero que dejan muy en claro la incapacidad del gobierno de Miguel Angel Yunes por garantizar la seguridad ciudadana.

Para buena parte de la ciudadanía queda muy claro que ni con Javier Duarte, que ya es decir, se vivió tanta zozobra y crímenes.

A Yunes, a 22 días que entregue el poder, ya no lo salva nadie.

Publica Notiver que el señor gobernador sale este lunes a Londres quesque para ver asuntos relacionados con el tema Javier Duarte, mientras el “Bueno Tono”, diario de la zona centro de Veracruz, titula su encabezado: “Yunes alista huida”.

Este fin de semana algo no huele bien. Todo mueve a la suspicacia, a la sospecha.

Ya mismo, cualquier movimiento en falso del saliente es observado con lupa por la PGR que le trae marcaje personal y de pena ajena observarlo tan destruido. No hay quien hable bien de él o equipero que salga en su defensa.

Por el contrario, muchos colaboradores de segundo y tercer nivel ya presentaron sus renuncias y al menos tres altos funcionarios de alto nivel de la Secretaría de Finanzas ya se encuentran en Canadá, igualito que cuando el Duartismo, solo se aconsejan y se van.

Don Miguel como siempre, está solo.

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo