Los contrastes de Orizaba

Los contrastes de Orizaba

Salvador Muñoz

 

Orizaba es contrastes… por un lado, sus visitantes disfrutan de una ciudad fuera de serie, mientras que por el otro, en un alto número de sus pobladores, hay molestia, por decir lo menos.

Los orizabeños se sienten orgullosos de su ciudad, hace muchos años bautizada por los mismos lugareños como “Orizabaches”, por la cantidad de hoyos en diversos puntos de la Pluviosilla. Los nimios avances que alcaldes de la ciudad hicieron son opacados u olvidados por el trabajo que Juan Manuel Diez Francos en su primera y segunda etapa ha hecho a lo largo de un poco más de una década, acompañado de un “proyecto de continuidad” con Hugo Chahín Malluly y actualmente con Igor Rojí (el del “palíndromo fonético”, por así decirlo).

Ninguna otra ciudad en Veracruz ha tenido la “Cuarta Transformación” (parafraseando a Morena, tan de moda) que Orizaba ha vivido, y no sólo en cuestiones de imagen urbana, sino en las diversas ramas que hacen posible su desarrollo como es Turismo, Comercio y Artes, al grado de que las diversas actividades culturales que se exhiben en la Pluviosilla, hacen que los reflectores se concentren en este punto del estado, más que en la capital de Veracruz, Xalapa… ¡vamos! se corre el riesgo de que de la Atenas Veracruzana, en breve, sólo quede el recuerdo de lo que fue en la cultura…

Si tiene oportunidad de ir a Orizaba, es imperdible la visita al Poliforum Mier y Pesado. Cuando niño, pasar por el entonces asilo de ancianos, era imposible no desear pisar sus verdes y cuidados pastos, pero era un área prohibida para los mortales chayoteros… hasta hace un año que el Gobierno municipal adquirió el inmueble que parece un castillo.

Diversas exposiciones que van desde trajes regionales, artes plásticas, bocetos de Diego Rivera, Clemente Orozco, o hasta la colección de pinturas de Juan Manuel Diez Francos del artista Sergio Martínez Vázquez que retrata al óleo una cantidad de paisajes de Orizaba con su Museo del Ayer y Hoy así como su sala de Presidentes, invitan a recorrer la ciudad, su alameda, su teleférico, su río, su palacio municipal y su palacio de hierro, así como cada una de sus Iglesias… sus balnearios naturales como Ojo de Agua, para los valientes, pues su manantial helado templa el carácter…

El Poliforum es casa de orizabeños ilustres y sin duda, dos que nos trasladan a nuestra infancia son María Luisa Yáñez Mayer, la abuelita de las casas de las muñecas que cualquier niña quisiera tener; y el señor Gabilondo Soler, quien con su museo, nos obliga a cantar, aunque acá entre nos, leer una carta a su madre, hace llorar.

Al salir del Poliforum genera una promesa: “Volveré pronto… volveré”.

Caminar sus calles deja de tener sentido para darle otro: ¡Pasear sus calles!

Lo que el visitante disfruta en esta ciudad es proporcionalmente contrario a lo que sus ciudadanos (al menos con los que platiqué) sufren… están molestos después de los últimos acontecimientos que se dieran a conocer con la muerte de dos jóvenes que lleva a seis elementos de la Policía Municipal enfrentar a la Ley, pues se les acusa de haberlos asesinado.

Para los chayoteros, el responsable de esto es el director de Gobernación municipal, Juan Ramón Herebia, quien a estas alturas, solicitó permiso mientras se investiga qué fue lo que pasó y si hay responsables, se proceda contra ellos.

Juan Ramón Herebia es de los políticos locales que es “parte del proyecto de continuidad” al que apostó Juan Manuel Diez Francos, artífice del gran cambio de Orizaba, para darle otra cara a la ciudad. Más de diez años en las entrañas de la Gobernación y Policía Municipal, dicen los vecinos de la Pluviosilla, le han conferido un poder similar al del alcalde… o un poquito más…

No es la primera vez que hay malestar ciudadano contra sus autoridades locales… desde inspectores de comercio, agentes de tránsito y policía municipal, el enfado es latente.

Uno, como visitante, no deja de maravillarse y reconocer el trabajo que las autoridades municipales han hecho en esta bella ciudad; uno, como oriza-fuereño, lamenta escuchar al poblador narrar la muerte de dos jóvenes en manos de la policía y que para ellos, el actuar los guardianes del orden tenga un responsable: Juan Ramón Herebia… Orizaba es una ciudad de contrastes.

 

smcainito@gmail.com