Lo del Congreso ayer, mensaje para el yunismo

Arturo Reyes Isidoro / Nada bueno para el yunismo, a punto de entregar la administración estatal, augura lo ocurrido ayer en la instalación de la LXV Legislatura del Estado.

La exclusión del PAN de la mesa directiva tiene un claro mensaje por parte del grupo mayoritario de Morena, ahora con el control del Poder Legislativo: venimos por la revancha.

Esta vez fue con los diputados blanquiazules, mañana seguramente será con quienes ya empezaron a entregar las dependencias.

El hasta el domingo grupo mayoritario panista de la LXIV Legislatura tampoco dejó llegar a ningún morenista a la Mesa Directiva.

Peor, les escamotearon la entrega de la presidencia de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) cuando les correpondía no obstante un acuerdo firmado.

La venganza es un plato que se sirve frío, dice una frase proverbial.

El morenismo reclamó en su momento el escamoteo de la Jucopo, pero ninguneado por el panismo yunista aguantó vara y esperó pacientemente cuatro meses.

Luego de que ganó la elección en julio, se preparó con frío cálculo para empezar a cobrárselas. Aplicó aquello de que juego que tiene desquite, ni quien se pique.

Si bien fue el presidente de la Jucopo entonces, Sergio Hernández Hernández, quien dirigió la ofensiva antimorenista, nadie duda que lo hizo porque recibió instrucciones del Palacio de Gobierno.

En veinticuatro días habrá cambio en la gubernatura y luego del puente de Todos Santos, ayer el gobierno entrante moreno empezó de lleno los trabajos de recepción.

Según los primeros trascendidos, quedó claro que varios funcionarios de los que se van todavía no tienen lista su entrega porque no tienen cómo justificar lo que van a reportar. Buscaron pretextos y pidieron que les dieran “chance” de unos días más.

Ahora deben tener ya muy claro, por lo ocurrido ayer en el Congreso, que tampoco les van a perdonar ninguna anomalía.

El mensaje de ayer en la Legislatura bien se puede interpretar cómo no olvidamos lo que nos hicieron.

Si creíamos que vendrían días de paz política, apenas empieza el escarceo de un ajuste de cuentas que seguramente va a dar mucho que hablar.

Morena aplica al PAN la Ley del Talión

La Ley del Talión, que conlleva el pasaje bíblico “ojo por ojo, diente por diente” (Mateo 5:38, Éxodo 21:24, Deuteronomio 19:21), aplica a la persona que ha causado un daño la pena de sufrir el mismo daño que provocó.

Este principio jurídico de justicia retributiva, con antigüedad de siglos, cobró vigencia con la exclusión panista de la nueva Mesa Directiva.

Tan pronto se ha hecho del control del Poder Legislativo, el partido de Andrés Manuel López Obrador se cobró de inmediato los agravios.

Lo de ayer fue un adelanto de lo que le espera a la nueva diputación panista, todavía controlada o al servicio del dirigente estatal José Mancha.

Pensando que podrán seguir haciendo de las suyas como en el pasado reciente, sin ninguna visión política volvió a nombrar coordinador de su disminuida bancada al susodicho Sergio Hernández.

Fue como estar echándole sal a la herida y seguir recordándole al morenismo los agravios que les hicieron.

Los nuevos dueños del control se van a cebar con él.

Haberlo convertido de nuevo en diputado y en coodinador de su bancada fue como desearle a alguien que ha causado mucho daño que viva muchos años, en lugar de desearle la muerte… pero para que pague en vida todo lo que hizo.

Claro, a menos que Hernández haga valer lo que ha venido comentando sin ningún recato: que tiene “agarrados” a los de Morena.

Pero si Mancha fuera inteligente hubiera designado coordinador a un diputado ajeno a su grupo, Enrique Cambranis Torres por ejemplo, buscando la posibilidad de que negociara con los dueños del negocio porque con él no tienen bronca.

Tal como se constituyeron, Morena los va a zarandear cuantas veces quiera y hay que dar por hecho que en los próximos tres años ningún blanquiazul va a llegar a la Mesa Directiva.

Amnésicos y con lloriqueos

Dice otro dicho de que al que viola y embaraza luego se le olvida, pero a la víctima embaraza no, nunca.

Los diputados panistas hicieron ayer berrinches, patalearon y se quejaron que un chamaco grande moreno les pegó.

Se ven mal. Debieran asumir con inteligencia su nueva circunstancia y prepararse para ser una oposición responsable, sin tanto lloriqueo.

Mediante un extenso boletín y en declaraciones criticaron lo que ellos mismos practicaron sin ningún pudor en el pasado reciente.

Hablaron de integración irregular de la Mesa Directiva porque no los incluyeron, de acto totalitario e irresponsable, que los mayoritearon, que hubo abuso político, etcétera, etcétera.

Enseguida se les olvidó que ellos practicaron todo eso y que en los veracruzanos todavía está fresco, muy fresco.

No que se quiera exaltar la venganza como práctica política, pero no se podía esperar otra cosa cuando teniendo el poder el grupo que ahora se queja optó por las malas artes de la política en lugar de privilegiar la legalidad.

Y Winckler, muy seguro de que se va a quedar

El sábado, una vez más el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares salió en defensa del Fiscal General Jorge Winckler Ortiz.

Ello ante las versiones de que se había apropiado, para vivir, de una presunta casa que presuntamente había sido de Adolfo Mota Hernández.

Oficialmente se dijo que este no entregó ningún bien al Gobierno del Estado y que Winckler tampoco ocupó algún bien recuperado.

Dentro de veinticuatro días el Fiscal quedará huérfano cuando su hado padrino entregue la administración estatal.

Lo que llama la atención es que, de acuerdo a personas del círculo más cercano a Winckler, este tiene toda la seguridad que durará siete años más en el cargo.

Por ello, han comentado, ante la llegada del fin de año está programando todo lo que hará en 2019, pero para nada piensa abandonar Xalapa.

Al exabogado personal de las familias Yunes Linares-Márquez no le inquietan en lo más mínimo las advertencias tanto del gobernador electo Cuitláhuac García como del futuro nuevo Secretario de Gobierno Eric Cisneros de que pedirán al Congreso local que lo sometan a juicio político con la idea de echarlo del cargo.

Así, para empezar diciembre-enero, como estreno del nuevo gobierno, el númerito está asegurado: máscara contra cabellera. Ya veremos quién se lleva la lucha estelar de arranque de sexenio.

Quienes saben de la seguridad de Winckler se preguntan si es muy ingenuo para asegurar que no lo van a mover, o de plano tiene un padrino más poderoso que Yunes Linares que lo va a proteger y a sostener contra viento y marea.

Pero también corre la versión de que del Palacio de Gobierno le dan cuerda para que se la crea, de tal modo que se quede y se convierta en el pararrayos que reciba todas las descargas morenas y distraiga la huida del resto de la pandilla.

El oaxaqueño va camino de ser una versión, aunque más chica, de Javier Duarte, esto es, al que someta a juicio y persiga el nuevo gobierno… y acaso hasta se ensañe con él.

Su entorno es el más sorprendido con los preparativos que hace para continuar en el cargo.

Algo que se le tiene que reconocer al gobernador Yunes es que hasta casi el último momento (habrá que ver en los días que restan) apalanca a su pupilo quien muy dócil acató todo lo que se le ordenó.