UN GOBERNADOR POZARRICENSE.

UN GOBERNADOR POZARRICENSE.

Por Leonardo Zaleta.

Cronista de Poza Rica.

Cuando entré a la farmacia Nata leía  La Jornada, periódico capitalino al que es adicta. Después de los saludos de rigor mi prima me preguntó intempestivamente: ¿Sabías que Cuitláhuac nació en Poza Rica? La pregunta me dejó sin capacidad de respuesta; una vez recuperado pensé en una patraña urdida por alguno de sus clientes a los que atiende para entretener sus días de maestra jubilada.

Movido por la curiosidad quise investigar: ¿Quién te lo dijo? Un maestro, me contestó. Dice que los padres vivieron en El Huélque”, y él fue maestro en La Concha.

Se refería a la congregación La Concepción, a la que se llegaba en ese tiempo tomando la carretera a Cazones y desviándose hacia la izquierda a la altura del Kilómetro 47 o congregación La Victoria, popular entre las amas de casa porque en sus carnicerías hacían sus compras. Pertenece al municipio de Papantla; cruzando el río es territorio de Tihuatlán a donde pertenece La Concha.

Recurrí a mi amigo Francisco Ortíz Yorio que fue presidente municipal de Tihuatlán en dos ocasiones. Seguramente él estaría más enterado. La información adquiría relevancia toda vez que el Ing. Cuitláhuac García Jiménez había ganado la gubernatura de Veracruz en la jornada electoral del 1 de julio. A nivel nacional Andrés Manuel López Obrador, caudillo de MORENA obtuvo la presidencia con el voto del 53.17% de los electores, triunfo sin parangón en la historia.

“El padre de Cuitláhuac – me dijo -, es el maestro Atanasio García Durán; dio clases en la primaria Leona Vicario de La Concha. Lo conocí porque era muy activo, muy responsable, era gente de izquierda sin embozo”.

Esta congregación y Poza Rica están separadas por escasos 10 kilómetros, pero un obstáculo de importancia, sobre todo en caso de emergencia, era que los vehículos tenían que cruzar el río Cazones en un chalán. Los pasajeros usaban botes de remos que daban servicio por unas monedas.

Si el gobernador electo de Veracruz nació en Poza Rica, sin discusión era asunto inherente al oficio del cronista de la ciudad.

Y como dicen que la comezón solo se aplaca rascándose, le dije a Carmelita: acompáñame a La Concha. ¿dónde es eso?, preguntó intrigada.  Yo le contesté con un aforismo jocoso: Tú no preguntes quién es el muerto, nada más sigue la carroza.

En puntual cumplimiento de mi vocación me dirigí a la escuela primaria Leona Vicario, donde esperaba que algunos excompañeros de Atanasio y su esposa me colmaran de datos para llenar mis expectativas. Desafortunadamente la escuela estaba cerrada.

Recorrí las instalaciones de la secundaria técnica, entrevisté al director, pero, muy reservado, me recomendó que buscara a algunas personas que pudieran tener la información que requería y me orientó dónde podía localizarlas. Las amables secretarias proclives al cotilleo, resultaron más prolijas para extraer datos de las profundidades del olvido.

Atanasio y Julieta fueron docentes de la secundaria “Luis G. Monzón” incorporada a la Secretaría de Educación de Veracruz, que se fundó el 6 de febrero de 1966. Él impartía Civismo, ella Literatura. Ese mismo año el maestro Atanasio se vio compelido a ocupar la dirección del plantel.

Sus malquerientes que nunca faltan se hacían lenguas llamándolo “Atanecio”. Al respecto, es prudente consignar que precisamente por su esfuerzo y decisión, la secundaria, con alumnado la mayoría indígena, se federalizó transformándose en la Escuela Secundaria Técnica Agropecuaria No. 18, en 1972.

Incuestionablemente, los andamios de la cronología tienen solidez y precisión. En 1968, año en que nació Cuitláhuac, sus padres radicaban y laboraban en La Concha.

El poblado debía haber tenido escasamente 2,500 habitantes dedicados a las actividades agropecuarias y al comercio, pero hace 50 años carecía de médico que pudiera resolver alguna contingencia durante el parto; las matronas se encomendaban a las potencias celestiales que de vez en cuando producían resultados funestos, así que el riesgo ominoso era de gran consideración.

En esas circunstancias del todo adversas y ante la inminencia del alumbramiento, el maestro Atanasio estaba atrapado entre dos opciones: trasladar hasta Xalapa, su tierra, a su esposa en estado de gravidez, o internarla en la clínica del ISSSTE o alguna otra privada de Poza Rica.

En el sector salud, se había acreditado la clínica “San Juan Bosco” del Dr. José Luis Olguín, en la antigua calle El Avalo de la colonia Benito Juárez (antes, congregación El Huélque), así que decidí abrir una acuciosa línea de investigación que me permitiera localizar el expediente de la señora Julieta Jiménez Torres, en el área de ginecología. Fui atendido amablemente y a la vuelta de una semana, para mi infortunio, recibí una llamada telefónica para comunicarme que en los archivos no conservaban documentación de 50 años atrás.

En 1974, Atanasio, con el mismo cargo, fue promovido a Mantecón, Oaxaca, donde la SEP tenía graves problemas. El matrimonio dejó buenos recuerdos y muchos amigos. De la mano de sus padres el pequeño Cuitláhuac también emigró.

Con el sustento de la información recabada durante mi visita a La Concha, escribí un reportaje relativo a la agitada y exitosa campaña electoral recién concluida, que esta bienamada revista publicó en el número 1273 (28 de agosto), con el título de “Pan y circo”.

Al respecto, mi amigo Melitón Morales, su director, me comentó entusiasmado: “Le entregué unos ejemplares de la revista a los papás de Cuitláhuac en su domicilio. Les gustó la anécdota que relataste. La señora te manda saludar y me pidió que te dijera que Cuitláhuac nació en Poza Rica”. Sorpresa, euforia, primicia.

 

 

Por la mano invisible del destino y la experta del médico, en este valle caluroso donde hace esquina la Huasteca y el Totonacapan, abrió sus ojos a la vida quien será gobernador de Veracruz 2018 – 2024. Aquí está enterrado su ombligo. La madre aquí pasó la delicada cuarentena entre algunos achaques, buenos augurios y muchas felicidades. El padre sin desatender el trabajo iba y venía diariamente a La Concha.

La certidumbre de la madre y maestra Julieta Jiménez de García, que aquel 18 de abril de 1968 ganara otra batalla en el quirófano para dar a luz, no deja resquicio a controversia alguna. Aunque haya por el azar o circunstancias propiciatorias, el Ing. Cuitláhuac García Jiménez es pozarricense por nacimiento.