En estos días previos a que concluyan las campañas he escuchado con insistencia el llamado a los electores para que razonen el voto.
En spots piden a los ciudadanos que no se dejen llevar por el enojo y que tampoco decidan sólo por la simpatía que sienten hacia un personaje.
Las invitaciones a pensar para votar incluyen que cada persona vea lo que le conviene al país, que revise a los candidatos para que vea cuál de ellos tiene la experiencia.
Los primeros llamados salieron de uno de los grupos del sector empresarial, que ha emitido una serie de spots en televisión, en radio y en redes sociales.
El asunto se extendió a textos en medios impresos que son reproducidos también en redes sociales.
Aunque algunas personas han coincidido y se han sumado al llamado, la realidad es que la mayoría de las reacciones van en el sentido de que no hace falta razonar cuando se trata de elegir al próximo presidente del país.
Ya elecciones pasadas han mostrado cómo la gente opta por votar mayoritariamente por alguien a quien ven como víctima del poder, o porque lo ven más atractivo que al resto de los candidatos o simplemente porque les parece más simpático.
Ahí está como ejemplo lo ocurrido con Vicente Fox, quien con sus ocurrencias logró captar la atención ciudadana y el mayor número de votos. Independientemente de que lo postuló el PAN, logró captar muchos simpatizantes que lo conocieron como el Manotas o el Irreverente.
En la elección de hace seis años el PRI tuvo al mejor candidato y en más de una ocasión se escucharon voces femeninas comentando que su voto era para él por guapo.
Pocos hablaban de sus propuestas para sacar al país de los problemas económicos y de inseguridad que ya padecía.
Hoy la situación no es distinta. La gente va a votar por el candidato que más le atraiga, sin importar el partido que lo postule y sin ver si está preparado para gobernar o si le conviene al país.
Como hace seis años, en la calle no se escucha a la gente hablar de las propuestas de gobierno para resolver los problemas del país sino de quién les gusta sin ver más allá de eso.
Unos hablan de hartazgo, otros de que hay que darle la oportunidad a alguien diferente de los que ya han gobernado y algunos más simplemente se dejan llevar por la inercia.
Faltan sólo unos días para saber si el puntero en las encuestas se sostiene o si un milagroimpide su llegada a Los Pinos.
Magistrados con salario de 36 mil 200 pesos y gratificación de 130 mil 871: Hace unos días se dio a conocer que la felicidad llegó para los magistrados del Tribunal Estatal de Justicia Administrativa de Veracruz, pues su remuneración mensual bruta es de 167 mil 71 pesos.
El TEJAV integra el Sistema Estatal Anticorrupción y está conformado por cuatro magistrados que fueron nombrados en diciembre del año pasado luego de que los propuso el titular del Poder Ejecutivo veracruzano.
El magistrado presidente se llama Pedro José María García Montañez y lo acompañan Luisa Samaniego Ramírez, Roberto Alejandro Pérez Gutiérrez y Estrella Alhely Iglesias Gutiérrez.
Se trata de un órgano autónomo que puede fincar a los responsables el pago de las indemnizaciones y sanciones pecuniarias que deriven de los daños y perjuicios que afecten a la hacienda pública estatal, la municipal o al patrimonio de los entes públicos estatales, municipales y a los particulares afectados por los hechos o actos de servidores públicos.
Por ser un tribunal nuevo, los mencionados son los primeros magistrados que lo integran y aunque la información dada a conocer por el propio TEJAV dice que supresupuesto está apegado a la realidad financiera de Veracruz y que lo van a ejercer “con total transparencia, honestidad y con la plena convicción de establecer las bases para consolidar un nuevo órgano jurisdiccional”, la realidad es que tienen una percepción superior a la del gobernador del estado (74 mil 938 pesos), algo así como el doble.
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