Es cotidiano el debate sobre la necesaria autonomía atribuida por ley a ciertas instituciones pero que sufren duro contraste con la realidad porque son sometidas de inmediato desde las instancias de poder. Hasta ahora el Banco de México es la institución mexicana con efectiva autonomía, no lucen así algunas dependencias públicas integrantes del Sistema Nacional Anticorrupción y mucho menos las Fiscalías estatales entre las cuales está la de Veracruz que con Duarte y en la actualidad sufren fuerte dependencia. Tampoco el INE garantiza plena autonomía, qué decir del OPLE veracruzano. Pero en el fondo subsiste la verdadera causa: nuestro sistema político está en plena evolución lo cual incluye la cristalización de las autonomías, y por supuesto la madurez ciudadana. Pero, ánimo, el Constituyente de 1917 promulgó la Autonomía Municipal en el Artículo 115 de la Carta Magna, que cada quien juzgue si la hemos conseguido.
