Un actor político que se ha distinguido por haber sido tres veces alcalde de Catemaco es Jorge González Azamar, pero su característica más relevante radica en que en las tres ocasiones ha tenido problemas para rendir cuentas ante el Orfis, y por alguna razón ha logrado superar las instancias estatales encargadas de la fiscalización de sus cuentas, puestas a discusión por vox populi que casi siempre pierde. Ahora, González Azamar enfrenta una más rigurosa e insospechable investigación iniciada en la Auditoría Superior de la Federación, por presunta desviación de 50 millones de pesos conseguidos por la gestoría de José Yunes Zorrilla para destinarlos a la modernización del malecón de Catemaco, bajo el encargo del ayuntamiento presidido por el referido personaje, pero la obra ya presenta deterioros y defectuosa construcción. Dos veces la ha librado, tres ya en las instancias estatales, ¿se salvará de la ASF?
