Rene? Del Valle Bosas
La violencia, una plaga. La asumimos como parte de la normalidad
La violencia se ha extendido como plaga y la asumimos como parte de la normalidad y empezamos a acostumbrarnos a ella.
Tal afirmación la hizo ayer el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez, y aunque no es algo nuevo sí es grave y debería llamar la atención de las autoridades y de los ciudadanos.
El ómbudsman enfatizó que los procesos electorales, más allá de ser ocasión para el debate, están generando animosidad, polarización e incertidumbre entre algunos grupos e inclusive violencia política.
Como decía líneas arriba, el asunto no es nuevo y en este espacio hemos advertido más de una vez que las descalificaciones, acusaciones, señalamientos y agresiones entre candidatos no abonan a la paz que le urge al país y al estado.
Apunta el aludido que la situación deriva de la descomposición social y de un estado de derecho débil, en donde las autoridades han sido rebasadas, y las estrategias, anuladas.
González Pérez estuvo ante ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y advirtió: “No podemos optar por distanciarnos del cumplimento de la ley, el reconocimiento y respeto de los derechos humanos no pueda atenerse a coyunturas políticas y electorales”.
La crítica que lanzó es seria, pues aseguró que existe una amplia tolerancia al incumplimiento o aplicación discrecional de la ley generando un contexto donde algunas instituciones de la República y las autoridades han sido rebasadas, sus estrategias anuladas y su capacidad de control disminuida al límite.
Es tal la situación que los crímenes perpetrados contra los aspirantes a cargos de elección popular o miembros de institutos políticos están lejos de resolverse como producto del débil Estado de derecho que se tiene en el país.
A ese panorama agréguele la famosa guerra sucia que ha formado parte de cada proceso electoral que han vivido México y Veracruz. El actual no es la excepción y en ella han intervenido no sólo los partidos y sus candidatos sino los mismos gobernantes.
Con esa guerra, insisto, no contribuyen a la democracia ni a la paz social y en cambio abonan a la violencia que ya provocan el crimen organizado y su combate y, como consecuencia, pueden a llevar a la ausencia de electores en las urnas.
Mujeres, más expuestas al empleo informal: La falta de empleo es un problema que no ha podido resolver ningún gobierno y esto ha obligado a muchas personas a ocuparse en lo que pueden para obtener algún ingreso.
La delincuencia es una opción real para muchos que se dedican a asaltar, a robar, a matar gente o a desaparecerla y vender droga o transportarla. Lo que quiere decir que el desempleo es una de las causas de la delincuencia y de la violencia.
El llamado empleo informal es otra de las opciones para la gente desocupada que anda en busca de dinero para darle de comer a su familia y mandar a sus hijos a la escuela y el sector de las mujeres es que el que está más expuesto a ocuparse de manera informal.
No se trata de que las mujeres ni ninguna otra persona quiera dedicarse al ambulantaje o al lavado de autos en la calle o la venta de cosas en los cruceros sino que no les queda de otra ante la falta de oportunidad para tener un trabajo bien remunerado.
Dice la Organización Internacional del Trabajo que las mujeres están más expuestas al empleo informal en la mayoría de países de ingresos bajos e ingresos medios bajos y con mayor frecuencia se encuentran en situaciones más precarias.
Aunque en general, detalla, la informalidad es una mayor fuente de empleo para los hombres (63%) que para las mujeres (58.1%) y 61% de la población activa en el mundo tiene un empleo informal y carece de protección social, derechos y condiciones laborales decentes.
El estudio. Mujeres y hombres en la economía informal —un cuadro estadístico (Tercera edición)— ofrece estimaciones comparables sobre la dimensión de la economía informal y un perfil estadístico utilizando criterios para más de 100 países y los detalles pueden leerse en las Sección Finanzas de la edición de hoy de Diario de Xalapa.
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