El mensaje de sicarios a gobernador

Vi?ctor Murgui?a Velasco
Analisis

El mensaje de sicarios a gobernador

En todo México se sabe que nadie está seguro ante la fuerza que tiene el crimen organizado y lo volvimos a comprobar este fin de semana cuando dispararon contra escoltas del gobernador de Chihuahua, Javier Corral.
Lo menos que expresa la gente es que si le hacen eso a un político de ese nivel, a los mexicanos comunes y corrientes que salen todos los días, sin guardaespaldas, a las violentas calles de las ciudades y comunidades rurales, les hacen de todo.
No es la primera vez que un gobernador tiene problemas así. Va de cuento lo siguiente, para que sepan cuestiones que han sucedido en Veracruz.
El propio Javier Duarte lo contó. Al iniciar su gobierno varios de sus escoltas fueron detenidos en la carretera. Los desarmaron, aunque no los mataron.
Esas armas “decomisadas” se las hicieron llegar al entonces jefe del Ejecutivo en Veracruz, junto con un mensaje que más o menos fue en este sentido: si sus escoltas no lo pueden cuidar, nosotros sí.
Se supone que quienes realizaron esto fueron los zetas, quienes en ese tiempo (desde 6 años atrás a lo sucedido a Duarte) dominaban o mandaban en Veracruz.
El bulevar de la ciudad de Veracruz también fue escenario de una persecución por la que estuvieron a punto de salir lastimados familiares muy cercanos del entonces gobernador Enrique Peña Nieto. Y se recuerda la versión que corrió con mucha fuerza de una bolsa, con contenido macabro, que enviaron al Palacio de Gobierno en tiempos del ahora moreno innombrable.
Recordemos además todos los casos de jefes policiacos que, en Veracruz y en el resto del país, han sido asesinados. También a los mandos militares que han matado y a la infinidad de soldados y marinos ejecutados por sicarios.
Mediante las armas y su actuación despiadada hacen sentir su poder. Matan a militares, a políticos, a curas y a todo aquel que se les ponga enfrente.
Así las cosas, en definitiva quien sea el próximo presidente de México deberá cambiar la estrategia de combate a los cárteles de las drogas y demás grupos integrantes del crimen organizado, porque evidentemente lo que se ha hecho hasta la fecha no ha dado resultado.
No creo que las amnistías o perdones, para estos casos, sean la solución. Dice el obispo de la zona Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, que dialogó con criminales y que éstos se comprometieron a dar una especie de tregua.
¿Quién puede ser tan ingenuo en creer en la palabra de un criminal? Cuando quieran o convenga a sus intereses volverán a matar, a secuestrar o a hacer lo que quieran.
Pero la estrategia para acabar con estos grupos y bajar los índices de inseguridad que aterrorizan a los mexicanos debe cambiar. Son ya muchos los muertos y mucha la corrupción propiciada entre quienes deben combatir a los cárteles. Urge ese cambio antes de que incluso quienes están del lado bueno terminen en el bando malo.
Carambola de tres bandas
La visita de José Antonio Meade Kuribreña, candidato presidencial del PRI, PVEM y Panal, realizada ayer a la entidad —evalúan prisitas—ha producido saldos positivos a la causa política que abandera, a su posicionamiento de imagen, al propio priismo veracruzano y, de manera destacada, a su tocayo y amigo Pepe Yunes.
Es cierto, Meade no es priista, ni siquiera puede decirse que sea político de los que tradicionalmente usen micrófonos y reflectores para cautivar a la audiencia. Aun así, el candidato presidencial postulado por el PRI y sus aliados va ganándose la simpatía de las personas que, como ayer se vio, ya están de su lado.