Transportistas: Escuchar es gobernar / Salvador Muñoz

Escuchó algunas voces que manifestaban inconformidad o algo parecido. No tuvo empacho en pedirles que quien quisiera hacer uso de la palabra, le cedía el micrófono… ¡y los transportistas le tomaron la palabra!

Uno a uno, por espacio de casi una hora, externaron sus molestias, sus quejas, señalaron la corrupción de los agentes de Tránsito, su malestar por el pago del canje de licencia, ¡hasta por el incremento que parece diario de la gasolina! aunque eso sí, muchos igual le reconocieron que los escuchara porque a veces, o casi siempre, ellos sólo son los que oyen y se quedan con las ganas de decir tantas cosas, pero de eso, no se quedó con ganas Rubí, una concesionaria que no tuvo empacho en decir que durante más de 50 años vistió de rojo y ahora que viste de azul, esperaba que el cambio hubiera valido la pena…

Así fue de particular la entrega de refrendos de concesiones de transporte público en Coatzacoalcos.

II

Así, de viva voz, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares escuchó no sólo el sentir del sector transportista, sino el sentir del ciudadano, en donde a más de dos o tres, un nudo en la garganta evitaba que las lágrimas se les salieran al platicar sus historias, como el del primer señor, un chaparrito, que contó que su esposa en el año pasado, sufrió dos infartos y perdió una pierna… por eso no pudo entrar en el empadronamiento y le pidió al mandatario una oportunidad. O qué decir de Ismael Cabrera Angulo, transportista de Agua Dulce, quien pidió un minuto de silencio por los compañeros asesinados. Una señora contaba que su esposo falleció y dejó intestada la concesión, tampoco se pudo empadronar. Un taxista primero pidió sitios para no gastar gasolina como antes había: el Opera, Carranza, en el mercado Morelos, pero después, con las lágrimas a punto de salir, mostró su indignación porque supo que se entregaron muchas placas, “pero a los que tienen dinero, a los humildes, no. Las vendían en 40 mil pesos. Me las ofrecieron, pero no tengo dinero”. Un ruletero, con 40 años de servicio, enfermo de los riñones, se quejó de que haya saturación de taxis.

III

Pero así como oyó esas historias, igual escuchó las quejas, que iban desde las calles destrozadas por las que tienen que transitar. Lo cara que están las refacciones así como el incremento constante a la gasolina lo que los hace estar jodidos, textual; a ello agregaron las nulas posibilidades que tienen de acceder a servicios de salud o adquirir vivienda, así como también las pocas oportunidades que tienen para adquirir nuevas unidades por lo que pidieron financiamiento y ¡hasta subsidio para gasolina!

Aunque donde la queja sí fue sentida, fue cuando transportistas de Nanchital o Agua Dulce se quejaron de la falta de oficinas de Hacienda, pues para hacer los trámites de empadronamiento o demás, tienen que trasladarse a Coatzacoalcos, por lo que le pidieron al Gobernador la apertura de una oficina de Hacienda, así como mayor número de elementos de Transporte Público que los atiendan.

En el caso de corrupción, no podían faltar las denuncias contra aquellos elementos que piden mochada o el caso extraordinario de la concesionaria del taxi con número 843 que señaló que hay dos carros más circulando con el mismo número.”Si hay un ilícito, tengo miedo de que me involucren. Me atreví a denunciar porque abrió el micrófono el gobernador”.

IV

Pero quien se llevó la mañana fue doña Rubí, quien habló por las mujeres taxistas, “por aquellas que somos padre y madre”, que pasó por todas las emociones que alguien pueda tener. Contó que estuvo paralítica cuatro años y sólo una persona se acercó a ella en esa situación porque aun cuando “vistió de rojo” por más de 50 años, ésos nomás la chuparon. Entonces, Jesús Moreno (ex candidato a la alcaldía), la ayudó y le dijo que era momento del cambio, ¡y se vistió de azul! “Me la jugué, y me arriesgué, y me humillaron, y muchos me silbaron como ustedes (sus compañeros en ese momento); porque vamos a ser realistas: estamos acá y le decimos al gobernador cuánto lo quiero, cuánto lo amo, pero somos unos chaqueteros; soy mujer de ovarios muy grandes (…) porque yo no tenía hombre y no porque me hiciera falta, ¡sino porque ya se murió el cabrón!, y el único amigo que tuve que me dio la mano, fue Jesús Moreno, y por vestirme de azul, le quiero decir algo señor Gobernador: ¿qué beneficios tendremos las mujeres concesionarias?”

V

Cuando tomó la palabra el Gobernador, dijo que gobierna un pueblo libre, democrático, que hace valer su libertad de expresiòn y la hace valer enfrente del mismo gobernador, y dio instrucciones para que fuera atendida la petición de esa Oficina de Hacienda que reclamaron los transportistas vecinos de Coatza, así como resolver la corrupción y tardanza en los trámites; si es necesario contratar más personal o equipo; a Transporte Público ordenó evitar que la gente se traslade a Xalapa; asumió las fallas que pudiera tener el trámite de empadronamiento y solicitó que fueran corregidas porque escuchar la opinión de los involucrados directamente, es una forma de gobernar.

 

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