Glosario del Momento
René del Valle
No ayudan al PRI los diputados federales con su pésima imagen; estuvieron con Navarrete (Incluye caricatura donde se ve a Edel grande alzando la mano derecha diciendo good bye a un grupo de ancianos con bastón que van saliendo).
Vaya que llamó la atención la imagen que difundió ayer a través de su cuenta de Twitter el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, donde aparece en su oficina con los diputados federales de la bancada veracruzana del PRI.
El funcionario escribió: “Esta tarde, sostuve una reunión de trabajo en la @SEGOB_mx con #Diputadas y #Diputados federales de #Veracruz. Hablamos de diversos temas de la agenda local y nacional, entre los que destacan #Gobernabilidad y #Seguridad”.
No es difícil imaginar lo que ahí trataron los representantes populares de los veracruzanos y con seguridad abordaron el tema electoral, pues están por arrancar las campañas de los candidatos presidenciales, los que van por el Senado y los que buscan una diputación federal.
En el caso de Veracruz también harán campaña los candidatos a la gubernatura y los que van tras los 30 distritos locales.
Aunque de manera formal Navarrete y los legisladores priistas debieron ceñirse a los temas que mencionó el funcionario en su twit, la realidad es que fue inevitable que abordaran el tema de la sucesión en el país y en el estado.
Muchos curiosos que vieron la imagen directamente en Twitter y los que se enteraron de la publicación por otra vía, lo primero que se cuestionaron es que si la mayoría de esos legisladores de veras ayudarán a los candidatos de su partido, empezando por el propio José Antonio Meade, pasando por José Francisco Yunes y siguiendo por los que contienden para senadores y para las cámaras de diputados federal y local.
Sean o no culpables, los diputados que coordina Érick Lagos están plenamente identificados con el gobernador Javier Duarte de Ochoa, a quien el gobierno tiene preso y que la sociedad veracruzana ha condenado.
Al menos sobre dos de ellos pesan demandas de juicio de desafuero, como son los casos de Tarek Abdalá y Alberto Silva. Otros como Adolfo Mota y Alejandro Carvallo han sido señalados como cómplices y ejecutores de Duarte de Ochoa.
Otros, como Edgar Espinoso, quien por cierto no aparece en la fotografía, está identificado como uno de los operadores del duartazgo en la SEV.
Cada uno de esos diputados hará uso de los mecanismos que considere para defenderse de las acusaciones.
De lo que no podrán librarse es de la idea que permea entre los veracruzanos de que ellos si no son cómplices por lo menos fueron permisivos con lo que hizo su jefe político Javier Duarte.
De ahí que priistas y no priistas se pregunten cuántos votos podrían sumarle a los candidatos de su partido si es que estos legisladores son enviados a apoyar las campañas en sus respectivos distritos.
Pocos, muy pocos creen que podrían ayudarlos. Otros piensan que tal vez en esta ocasión tampoco quieran ganar.
Es significativo que de los 15 magistrados en retiro, 13 hayan estado presentes ayer en el emotivo acto en el que el presidente del Tribunal Superior de Justicia Edel Álvarez Peña les entregó reconocimientos y prácticamente los despidió del Poder Judicial.
Dicen testigos que entre el personal responsable de organizar el evento había temor de que no llegaran los exmagistrados, sin embargo sólo dos estuvieron ausentes y 13 convivieron en un ambiente festivo.
Hasta la sede del mencionado poder regresaron Reynaldo Madruga, Fernando A. Guzmán Calvo, Francisco Portilla, Alfredo Algarín y Eugenio Vázquez, quienes escucharon cuando Edel les dijo que “son y serán parte fundamental de la institución; su legado fortalece el quehacer jurisdiccional, al tiempo que otorga identidad y compromiso en nuestras tareas, constituyéndose en un ejemplo a seguir”.
Sara Hilda Beltrán Ramos, Raúl de la Huerta, Miguel G. Manzanilla, Emma Rodríguez, Emilio Polanco y Daniel Ruiz también oyeron a Álvarez Peña cuando expuso: “Han ejercido una de las tareas más delicadas: la impartición de justicia y se han caracterizado por su dedicación y entrega, que ha ido más allá de la simple labor cumplida al transformar, en un apostolado, la tarea jurisdiccional”.
Samuel Baizabal Maldonado, Arnulfo Servín y Dionisio F. Gutiérrez García oyeron las palabras de su homólogo Emilio Polanco: “…he llegado aquí, a esta cita con mi destino, para recibir de ustedes la más excelsa presea que jamás pensé pudiera llegar a recibir, que es para mí, lo digo con honradez, un inmerecido honor, pero que bien acepto por venir de ustedes”.
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