El abominable crimen de periodista cimbra a Veracruz

El abominable crimen en contra del periodista acayuqueño Gumaro Pérez Aguilando, vuelve a cimbrar a la prensa veracruzana en los días finales de este aciago 2017, cuando la imparable violencia sacude lo mismo al norte, que al centro y al sur de la entidad, principalmente esta ultima región donde los secuestros, ejecuciones, enfrentamientos y asaltos son el pan nuestro de cada día y tienen en un estado de constante angustia y zozobra a miles de familias.

Lo más deplorable es que el asesinato de este compañero periodista del medio virtual La Voz del Sur, ha ocurrido en el interior de la escuela Profesor Rafael Aguirre Cinta, a la cual había llevado a su pequeño hijo para acompañarle en un festejo con motivo de la Navidad. Allí, en el interior del edificio escolar, Perez Aguilando, fue muerto de varios balazos por dos sujetos que, luego de ello, se dieron a la fuga sin ser identificados.

 

En el primer año de gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, cuatro periodistas han sido victimados en Veracruz, tres de ellos en Acayucan, y otro más, nuestro estimado amigo y colaborador de Analisis Político, Ricardo Monluí Cabrera, en Yanga, cerca de Córdoba, donde vivía, al salir de un restaurante con su esposa y su hijo.

Monluí Cabrera fue asesinado el 19 de marzo de este año, nueve meses antes que Gumaro Pérez Aguilando. En ese entonces, el gobernador Yunes Linares dijo que el crimen no quedaría impune, y aunque en septiembre pasado la Fiscalía General del Estado (FGE) aseguró que había detenido al presunto asesino, Ángel “N” (a) “La Paloma”, la versión no ha convencido a nadie el gremio periodístico estatal.

Luego, el pasado 10 de julio, el camarógrafo hondureño Edwin Rivera Paz, quien había huido de su país tras el asesinato de su compañero Igor Ibarra, a principios de año, con quien realizaba un programa de televisión, por lo que se refugiaba en Acayucan, presuntamente en espera de continuar su viaje hacia Estados Unidos.

 

Después, el 22de agosto, Cándido Ríos Vázquez, colaborador del Diario de Acayucan, fue atacado a balazos en la comunidad Juan Díaz Covarrubias, municipio de Hueyapan de Ocampo, cuando se encontraba con el exagente municipal de Corral Nuevo y exinspector de la policía de Acayucan, Víctor Acrelio Alegría, quien también fue victimado.

EN este difícil año, uno más, para la prensa veracruzana, integrantes de la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas (Ceapp) contabilizan, aparte de estos cuatro asesinatos, 78 ataques contra periodistas en todo Veracruz, divididos en 13 agresiones físicas, 13 robos, 29 casos de intimidación, 21 amenazas, y dos casos de privación de la libertad.

 

La misma Ceapp indica que entre los agresores de periodistas están particulares -22 por ciento-, 46 por ciento no identificados y 47 por ciento señalados como servidores públicos.

 

No está de más recordar que durante el gobierno de Javier Duarte de Ochoa (2010-2016), 19 periodistas fueron victimados, en realidad 20 si se toma en cuenta al fotoperiodista Rubén Espinosa, asesinado junto a tres mujeres en la ciudad de México, de donde era originario, y a donde literalmente huyó tras ser intimidado y amenazado con represalias en su contra, presuntamente por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, entonces a cargo de Arturo Bermúdez Zurita, hoy internado en el reclusorio Pacho Nuevo, acusado de peculado.

Entre las víctimas del sexenio pasado estuvieron Miguel Ángel López Velasco, “Milo Vela”, como firmaba su columna en el diario porteño Notiver, ejecutado en su casa junto con su esposa Agustina Solana de López y su hijo Misael López Solana, fotógrafo del mismo diario. También Noel López Olguín, reportero del semanario Noticias de Acayucan, desaparecido el 8 de marzo de 2011, y hallado sin vida el 1 de junio de ese mismo año en Chinameca, al sur de la entidad.

También fue ejecutada Yolanda Ordaz de la Cruz, reportera de Notiver, el 24 de junio de 2011; Regina Martínez Pérez, corresponsal en Veracruz del semanario Proceso, victimada en su domicilio de Xalapa el 28 de abril de 2012; los reporteros gráficos Guillermo Luna Varela y Gabriel Huge Córdova, fotógrafos de Notiver, Esteban Rodríguez, reportero del periódico AZ, e Irasema Becerra, empleada de El Dictamen, el tres de mayo, cinco días después del crimen de Regina.

Asimismo, en Xalapa se asesinó a Víctor Manuel Báez Chino, reportero del diario El Portal, el 14 de junio de ese mismo año, y su cuerpo cercenado fue hallado a una calle de distancia del Palacio de Gobierno. En el sur, en la congregación Allende, municipio de Coatzacoalcos, desapareció el 6 de febrero de 2014 Gregorio Jiménez de la Cruz, reportero de los diarios Notisur y Liberal del Sur, y fue hallado en una fosa clandestina el día 12 del mismo mes.

 

El 11 de agosto de ese mismo año Octavio Rojas Hernández, corresponsal del periódico El Buen Tono, de Córdoba, en el municipio de Cosolapa, Oaxaca, frente al municipio veracruzano de Tezonapa, fue muerto de cuatro balazos en la entrada de su casa.

 

Moisés Sánchez Cerezo, director del semanario La Unión, fue “levantado” en su casa de Medellín de Bravo, en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, el 2 de enero de 2015, y apareció decapitado el 24 de enero del mismo mes. El alcalde medellinense, Omar Cruz Reyes, postulado por el Partido de Acción Nacional (PAN), fue señalado de ser el autor intelectual del crimen, y desapareció y hasta la fecha se desconoce su paradero. Armando Saldaña Morales, d, reportero de la estación radiofónica La Ke Buena, de Tierra Blanca, fue torturado y asesinado el 4 de mayo de 2015 en los límites entre Oaxaca y Veracruz, tras ser “levantado” cerca de su domicilio en Tezonapa.

Juan Mendoza Delgado, director del portal Escribiendo la verdad, desapareció el 1 de junio de 2015, y fue hallado sin vida horas después. El ya citado fotoperiodista Rubén Espinosa Becerril, colaborador de Proceso y la agencia Cuartoscuro, fue ultimado el 31 de julio de ese mismo año en la colonia Narvarte, en la Ciudad de México, su tierra natal, a donde se había refugiado tras ser hostigado y amenazado en Xalapa. Junto a él fue hallada Nadia Vera, su pareja sentimental, y otras dos mujeres.

 

Otra mujer periodista, Anabel Flores Salazar, exreportera del periódico El Buen Tono, y reportera de El Sol de Orizaba, fue raptada la madrugada del 8 de febrero de 2016 en su domicilio en Pluviosilla, y horas después fue hallada ejecutada a orilla de una carretera en los límites de Veracruz y Puebla. Los últimos dos asesinatos de periodistas en el sexenio de Javier Duarte de Ochoa fueron los de Manuel Torres González, excorresponsal de TV Azteca Veracruz, fue asesinado el 14 de mayo de 2016 en Poza Rica, y Pedro Tamayo Rojas, el 20 de julio del mismo año, en las afueras de su domicilio en Tierra Blanca.