Ya no hay reversa, la moneda está en el aire.

Un mundo de ambiciones, de partidocracia en todo su esplendor, de contradictorias disposiciones normativas, es cuanto inspira el reciente arranque de campañas para la presidencia de la república, que no son campañas sino pre campañas, según lo dispone el Código electoral. Tres  corporaciones partidistas contendientes, aglutinadas en un confuso almácigo de ideologías sepultadas bajo el imperio del más crudo pragmatismo político, cuya divisa fundamental es ganar prometiendo lo que en realidad no podrán cumplir, o sea, engañar ofreciendo imposibles aprovechando la desesperanza social que permea en la sociedad mexicana.

Desde hace algunos sexenios ya es un lugar común definir la elección que está en proceso como “la madre de todas las elecciones”, o “la gran elección”, cuando lo  que realmente está en juego es el destino de México y de su régimen político, porque nadie duda, cualquiera sea el resultado, que habrá cambios sustanciales en el Sistema Político, consecuencia de la evolución política del pueblo mexicano, como bien lo definió en su histórico análisis don Justo Sierra.

El marco del actual proceso lo conforma un tupido listado nominal de 87.9 millones de ciudadanos; 156 mil casillas serán instaladas para recibir su voto; en 30 de las 32 entidades federativas habrá comicios locales concurrentes con los federales; participan tres alianzas partidistas, de cuya actuación está pendiente el INE, con una carga de trabajo que lo somete a dura prueba; por primera vez aparecerán en las boletas uno o dos candidatos independientes y Tribunales especializados calificarán las elecciones. Dato inédito refiere que el PRI, el partido hegemónico durante el siglo XX, como nunca antes en su historia arranca la competencia en tercer lugar de las preferencias.

En química, si bien el agua no se mezcla con el aceite porque ambos elementos se componen de moléculas fuertemente atraídas entre sí, pero es posible juntarlos añadiendo a esa mezcla líquido detergente para formar una emulsión; en la sociedad, la versatilidad de la política permite la mezcla de opuestos dando como resultado una emulsión partidista denominada que en nuestro caso son PAN-PRD-MC, Morena-PT-PES y PRI, Verde-Panal, los dos primeros integran un Frente electoral de disímbolo signo ideológico. Morena y el PES son organizaciones ideológicamente antípodas, al grado que la escritora Elena Poniatowska protestó con cartulina en mano “No al PES”. Obviamente, AMLO no dará marcha atrás porque un punto que le pudiera aportar ese partido será ganancia nada despreciable en una competencia electoral acentuadamente reñida. El pragmatismo político vigente se refleja en la declaración de Pablo Gómez al anunciar su renuncia al PRD: “Hoy, ya nada está vigente en ese partido. Sus principios, su programa y su estatuto están abrogados en la práctica…“Hay una entrega del partido a una corriente política adversaria”, se refiere a su alianza con el PAN.

En política lo permitido es realizable, ganar a como dé lugar, juntar el mayor número de votos, porque en una democracia esto es elemental propósito. Solo así se explican esas alianzas ¿qué coincidencia pudiera existir entre MORENA-PES, si López Obrador califica a Morena como un movimiento de cambio de régimen y el PES es un partido integrado desde la Mafia del Poder? Por el contrario, AMLO descartó una alianza con el PRD, partido ideológicamente afín, al que dirigió y utilizó de plataforma de lanzamiento para acceder al gobierno capitalino, y ahora lo cataloga como entregado a la mafia del poder; en ese contexto se desacredita al discurso “revolucionario”, que diseña “el cambio” pero se exhibe como la misma gata pero más revolcada.

De ese entorno nacional no escapa la aldea jarocha, pues será escenario de elecciones para diputados locales, federales, senadores, gobernador y presidente de la república. Se presume que PAN-PRD-MC candidatean a Miguel Ángel Yunes Márquez al gobierno veracruzano, y Morena-PT-PES a Cuitláhuac García, falta el PRI, en donde ya se anunció que el 20  del mes en curso se publicará la convocatoria con las bases para elegir al candidato al gobierno de Veracruz y para tales efectos vendrá Fernando Moreno Peña, ex gobernador de Colima, en funciones de Delegado del CEN priista. Es innecesario adelantar vísperas sobre el nombre del candidato de la alianza PRI-Verde Ecologista-_Panal, pero todos saben que se apellida Yunes y se desempeña como senador, pronto veremos el humo blanco.

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