Mario Lozano Carbonell El aferrado

Nuestros políticos suelen ser reacios a cerrar ciclos, por todos los medios, a veces incluida la traición, buscan mantenerse chupando de la ubre presupuestal y en el manejo del poder.
En época de elecciones estas actitudes son comunes, los vemos ir de un lado para el otro como viles chapulines buscando colgarse de quien sea para seguir, no entienden que todo principio tiene un fin y que cada nuevo jefe o en este caso, cada nuevo candidato, tiene su propio equipo y hay que salir.
En el PRI estatal lamentablemente no entienden que el ciclo terminó y que hay que hacer maletas, dejar el espacio y permitir que el nuevo equipo llegue a trabajar a favor de quién será el candidato de su partido al gobierno del estado.
De por si no las traen todas consigo, los equipos hacia el interior tienen ya un par de años totalmente divididos y peleados entre sí. Unos trabajando para sus cacicazgos y otros trabajando para el que manda.
Así el PRI a pesar de que digan que están unidos están más divididos que nunca y con ello ponen en riesgo el triunfo de sus candidatos al gobierno del estado, al Senado y a las diputaciones. Parece que no aprenden las lecciones.
La semana pasada Américo Zúñiga hizo pública su pretensión de buscar la presidencia de su partido, lo que ya todos sabíamos y que sin duda, revela quien podría ser el abanderado.
Pero el actual dirigente, Renato Alarcón hizo muina, más rápido que nunca salió a medios para decir que muchos lo zopilotean y que él es el presidente del partido y punto.
Dice el dicho que no hay peor ciego que el que no quiere ver, Renato, hombre inteligente, sabe que el ciclo termina, se antoja innecesario aferrarse de esa manera a la silla y que con esas declaraciones, divida aún más, si se puede, a un partido que busca desesperado un líder que los re-una y los ayude a dar batalla en el 2018.
Las circunstancias políticas han cambiado, el juego es el mismo, los jugadores son los que cambian y el ejemplo es Alejandro Montano y su llegada a la delegación de Gobernación, que trae un mensaje claro a la entidad de cómo se va a jugar en Veracruz.
Ojalá Renato reflexione y dé cabida de forma serena, profesional y política, al relevo en su partido que es inminente.
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