Déjame que te cuente…

Todavía no me voy: Marcos Martínez Amador.

Por Sergio M. Trejo González.

Hace unos días escribí por ahí, que comenzaba para el ayuntamiento, la cuenta regresiva… Una cuenta atrás o cuenta regresiva es una secuencia de contar en reversa para indicar el tiempo que queda antes de que ocurra un evento programado. Algunas situaciones para los que se utilizan comúnmente cuentas regresivas incluyen la detonación de un explosivo, el inicio de una carrera, el comienzo del año nuevo, o cualquier momento ansiosamente esperado. Los temporizadores políticos utilizan el término para saber recordar a quienes detentan el poder sobre el tiempo que se va, diríamos, agotando, el periodo determinado para el que fueron elegidos.

Le pregunto a nuestro presidente, Marco Antonio Martínez Amador, si ya comenzó su tiempo para ir cerrando cuentas, preparándose para la despedida. Me responde: “Yo sigo trabajando, continúo desde muy temprano enarbolando la bandera de las familias más necesitadas; la bandera que representa ese compromiso que adquirí desde mucho tiempo, más de 25 años, anterior a mi llegada al Ayuntamiento”. Me dice con entusiasmo y con cierto frenesí: “Acuérdate Sergio que yo comencé ahí, desde aquel humilde taller donde reparaba clutchs y frenos. Comenzamos apoyando a los jóvenes deportistas, del futbol, del béisbol, del ciclismo, del basquetbol y de todas aquellas actividades atléticas que necesitaban del impulso económico. Nos metimos a eso sin interés político, tú lo viste, porque ahí andábamos con los amigos y los vecinos de las colonias”

Efectivamente a Marcos lo conozco desde hace bastantes años, ahí en ese domicilio de la Calle Guillermo Prieto, que es mi calle también, pero él vivía por el corazón de Barrio Nuevo y su servidor desde el barrio de Cruz Verde. Lo echamos de ver desde chamaco, andaba por ahí, jugando en las calles alguna retadora de futbol, chambeando en lo que cayera, vendiendo tamales y tortas en la terminal, comida que su señora y respetable madre, doña Delfina Amador, realizaba y sigue preparando cuando sus hijas la dejan, para deleite de quienes asistimos hasta su hogar.

Anotamos también el crecimiento que, Marco Antonio Martínez Amador, fue teniendo hasta convertirse en un empresario exitoso, pues de alguna manera estaba generando trabajo para algunos vecinos nuestros. También leíamos, al paso de los tiempos, en la prensa, que andaba obsequiando uniformes, regalando trofeos, inaugurando torneos, cortando listones, coronando reinas.

Fuimos enterándonos y comprendiendo que Marcos, por algunas razones de empresa, inició la conformación de ciertas entidades como “La Hormiga” y una promotora deportiva denominada “Martza” y otras Sociedades anónimas, bastante conocidas.

Con tal capital político, lo vimos comenzar su aventura respaldando la candidatura del doctor Joel Alarcón Huesca, quien obtuvo el triunfo a la presidencia municipal para el periodo 2001- 2004… andaba Marcos Martínez, con todo, metiéndose en camisa de once varas, para rescatar el estadio de béisbol e integrarlo a la administración municipal, arreglando terrenos baldíos, completamente llenos de maleza, acondicionando espacios para construir canchas deportivas. Por entusiasmo no se detenía; en fin, esa fue su episodio con el cardiólogo, para después jugarla por el partido Nueva Alianza, logrando colocar como regidor a Isidro Lagunes.  Se mantuvo incesante, hasta que se volvió a dar la oportunidad de volver a intentarla por el Partido Alternativa Veracruzana. Instituto político con el que logro el triunfo como Presidente Municipal, para la administración 2014 – 2017.

En tales reflexiones, Marcos, me insiste: “no puedo olvidar mi origen porque entonces estaría completamente perdido. La eficiencia, la presencia, la transparencia, la congruencia y la solidaridad, han sido los postulados de mi administración”.

“Gracias por apoyarnos, realmente yo estoy muy agradecido con los medios, que han permitido constantemente hacer reconocimiento a la sociedad de Acayucan, a la que respeto y quiero, he valorado cada una de las opiniones de mi gente del campo, de las amas de casa, el estudiante, los profesionistas, el discapacitado y el pueblo en general. Por eso tengo muchos pendientes que deseo terminar. La unidad o módulos donde tendrán albergue a los juzgados… quiero verlos terminados y también ando gestionando la edificación de un hospital en nuestro municipio”, abundó. “Seguiré escuchando, comprometiéndome, disponiendo y gestionando para que cuando entreguemos nuestro informe de responsabilidades, quien nos habrá de relevar, asuma el compromiso de superarnos, no como una competencia sino como una meta inspirada en el servicio. Que nadie desperdicie ni un minuto para emprender la transformación y el desarrollo de Acayucan”. Añadió: “Esa era una de mis preocupaciones antes de las elecciones pasadas, y ahora, seguro de que habrán de colaborar con el nuevo alcalde muchas personas que iniciaron su carrera política en mi administración me tranquilizo sabiendo que se continuará por el camino del trabajo, con auténtica vocación de servicio”.

“Fíjate, amigo, que se respira una gran tranquilidad y parece que el tiempo se prestara para que en nuestra ciudad, a diferencia de otros municipios, no hubiera violencia ni controversias que reflejaran el clima tan agradable que se vivió en el ya terminado proceso electoral. ¡Sin novedad!, fueron los reportes que llegaban hasta mi domicilio, en los comicios anteriores. Eso ilumina mi sendero para continuar sin sobresaltos ni cansancio; comenzamos, tú lo has comentado, con el parque, está cambiando en definitiva la fisonomía nuestra ciudad, de una manera incomparable, bien hecha. Necesitábamos rescatar ese lugar de esparcimiento. Un lugar tranquilo donde se puede pasear y divertirse de una manera sana, y vaya que si se ha logrado; el parque luce precioso, de un talante que llama la atención de los habitantes propios, como a los visitantes. Tenemos que presumirlo porque es un lugar hermoso. Es el recibidor de nuestra casa, el notable y señorial Palacio municipal. Este parque se vuelve un atractivo interesante al conjugarse la iglesia y sus dos enormes torres y que decir de la explanada frente al palacio municipal. La gente tiene bastante lugar para caminar y sentarse cómodamente. Para nuestra satisfacción, los mismos transeúntes se encargan de tener limpia esta bella zona, ya no se tira la basura en cualquier lado; todos ocupan los depósitos que el ayuntamiento se ha encargado de colocar en todas las áreas del parque. Y además se mantiene también una cuadrilla de elementos de la limpia pública… pendientes que la basura este en su lugar. Podrán juzgarme los detractores que nunca faltan, pero nadie podrá cuestionar que su amigo Marcos Martínez haya bajado su ritmo de trabajo. Quienes hemos andado este camino desde un inicio, sabemos que es algo extenuante…pero los resultados son positivos. No hay día que no se haga supervisión o entrega de una obra o de algún beneficio para algún enfermo o para cualquier situación que se le requiera”.

Me dice Marcos Martínez Amador, que a diario se programan visitas a la mayoría de las comunidades rurales, sin dejar de dar una vuelta por las escuelas y a todas se procura llevar cierto apoyo necesario. En algunas se han colocado domos, en otras se ha entregado material didáctico y todo lo que concierne en un mejor servicio tanto para estudiantes como para maestros. Termina nuestro alcalde, apuntando: “Como se puede ver nuestro amor para Acayucan se ha demostrado con hechos y así será hasta el final del periodo… todavía no me voy, espérense al 31 de diciembre”.