INVASION NORTEAMERICANA A VERACRUZ EN 1914.

Por Leonardo Zaleta.
Srio. Gral. de la Federación de Asociaciones de Cronistas
de la República Mexicana..

El 4 de marzo de 1913, Woodrow Wilson –puritano-, al asumir la presidencia de los E. U., se declaró enemigo de Victoriano Huerta, autor del magnicidio contra Madero y Pino Suárez el pasado 22 de febrero.
Venustiano Carranza proclamó el Plan de Guadalupe el 26 de marzo. Se adhirieron las tropas de Villa y Zapata. En noviembre Wilson envió un agente confidencial a exigir la renuncia de Huerta, sin éxito.
E incidente de Tampico ocurrió el 9 de abril de 1914 cuando unos marinos del crucero “Desmonies” bajaron al puerto y fueron detenidos ya que las tropas carrancistas amagaban el puerto. De inmediato fueron puestos en libertad, pero el comandante Henry T. Mayo exigió que la bandera de los E. U. fuera saludada con 21 cañonazos, lo cual no le fue concedido.
Los empresarios petroleros norteamericanos al enterarse solicitaron a su gobierno la intervención, pero que la zona de Tampico (cercana a la Faja de Oro) fuera declarada neutral, o el conflicto se desviara hacia Veracruz.
El presidente ilegítimo adquirió un cargamento de armas y pertrechos que debía ser entregado en Veracruz por el vapor alemán “Ipiranga”, pero fue detectado por el espionaje norteamericano. Fue movilizada gran parte de la flota norteamericana hacia Veracruz. El 18 de abril, con toda premeditación, las familias norteamericanas fueron evacuadas en dos vapores.
El 20 de abril, Wilson solicitó al Congreso autorización para cobrar agravios al gobierno mexicano. La Cámara de representante lo respaldó pero el Senado no.
Aun así, el 21 de abril, sin declaración de guerra previa, desembarcaron los primeros 787 invasores al mando del jefe de la escuadra Frank F. Fletcher, apoyados por el cañoneo de los acorazados, según para impedir el desembarco del cargamento dirigido a Huerta.
Las tropas federales habían recibido órdenes de evacuar el puerto, solo quedaron 180 soldados que antepusieron el patriotismo a la vergüenza de desamparar a la población civil: mujeres, niños, ancianos, inválidos, jóvenes desarmados, comerciantes, maestros, etc. Los hombres querían combatir pero no había armamento. Los “rayados” fueron excarcelados de San. Juan de Ulúa para se sumaran a la lucha, para que se envalentonaran les dieron alcohol.
Apresuradamente el Comodoro Manuel Azueta ex director de la Escuela Naval y el director Rafael Carrión organizaron a los cadetes para la defensa ante una lucha desigual e inhumana. Combatieron 30 naves y 3,948 marinos y soldados yanquis contra 90 alumnos de la Escuela Naval, un ciento de soldados y el pueblo desarmado, consciente de su inmolación.
En tres días los estudiantes dieron pruebas de valentía y patriotismo. La población esperaba su inmolación ante tan atroz atropello. Cayeron las primeras víctimas, Virgilio Uribe Robles, José Azueta Abad, Jorge Alasio Robles, Aurelio Montoford, Ramón Moya, que sumaron 165 muertos y 195 heridos. El Dr. Rafael Cuervo Xicoy realizó una encomiable labor de curación y auxilio médico apoyado por su esposa Emma Hoffman. La Cruz Blanca y los sanatorios particulares atendieron a los heridos. En varias ciudades hubo concentraciones apoyando a Veracruz.
El 30 de abril Wilson decretó la ocupación y el gobierno de los E. U. en Veracruz durante siete meses, hasta que la intervención del cuerpo diplomático acreditado en Washington, ante un requerimiento del Secretario de Estado William J. Brayan integró una comisión que se conoció como A.B.C. (Argentina, Brasil, Chile), y sesionó en Niágara Falls. Propuso una solución política al conflicto. Pero lo que decidió la solución fue la derrota del ejército federal por el general Francisco Villa en Zacatecas el 23 de junio.
El 10 de mayo había muerto José Azueta quien con su ametralladora detuvo el avance de los invasores el día 21 recibiendo tres heridas. No sin antes rechazar la ayuda médica de los invasores. El cortejo de más de 10,000 veracruzanos fue un sentido duelo general y de rechazo a los agresores.
El 14 de julio, por Coatzacoalcos, Huerta huyó llevándose 70 millones de pesos del tesoro nacional, hasta recalar en Barcelona.
Una vez instalado en la ciudad de México, Carranza convocó a los generales a una Junta que se realizó en Aguascalientes. El 15 de octubre cesó a Villa y a Carranza y nombró presidente provisional a Eulalio Gutiérrez. El 2 de noviembre, Carranza llegó a Córdoba buscando refugio en territorio gobernado por Cándido Aguilar. Obregón se le unió. El primer jefe negoció con Fletcher ofreciendo garantías a los empresarios petroleros.
El 23 de noviembre de 1914 los invasores desalojaron el puerto de Veracruz llevando 22 féretros y 70 heridos. Sorpresivamente en el mástil de una de las embarcaciones fue izada la bandera de México y la banda interpretó el himno nacional mexicano. Los mismos honores recibió la bandera de las barras y las estrellas. Sin coacción, los yanquis ejecutaron el desagravio que antes pedían. En el palacio municipal volvió a ondear la enseña patria. Se retornó a la paz, al trabajo y al bullicio. Por esa acción, los E. U. otorgaron 56 medallas de honor.
A 103 años del holocausto, esta página no debe ocultarse ni olvidarse como pretende la corriente neoliberal. La historia es indestructible.