LOS ERRORES DE DUARTE

• Sumario Político| Víctor Murguía Velasco

LOS ERRORES DE DUARTE

En muchos prevalece la idea de que por estos días otra sería la situación de Javier Duarte si el PRI hubiera retenido la gubernatura de Veracruz.
Es probable que algunos de sus colaboradores estuvieran detenidos y otros huyendo, pero él andaría libre y no encarcelado como es el caso ahora.
Pero a los fuertes errores cometidos por lo que se refiere al robo del dinero público le sumó los yerros garrafales políticos al final de su gobierno.
Los triunfos electorales obtenidos desde la administración de Fidel Herrera —contribuyó junto con los otros jóvenes de la “fidelidad”— y que continuaron ya siendo gobernador, lo llevaron a incurrir en la soberbia, pésima acompañante para ganar elecciones.
Acaso nunca pensó en la posibilidad de la derrota. No habría tomado en cuenta que no puede ganarse siempre.
Las victorias, logradas en un entorno adverso y cuando medio mundo político de Veracruz suponía que los resultados serían catastróficos, fomentaron la soberbia.
Además, por cada entrega de resultados positivos en los procesos electorales, yo creo se pensaba que se tenía derecho a quitarle otros miles de millones al presupuesto.
En fin, la ley de probabilidades le mostró que también tiene rostro de derrota, cuando más necesitaba del triunfo.
Duarte creía firmemente que ganaría el PRI y que se iría a disfrutar de lo que agarró.
En plena campaña, al inicio, cuando todo pintaba muy mal —después la situación mejoró, pero no dio para la victoria— Javier Duarte expresó ante un grupo:
—Haré que gane Héctor Yunes aunque no quiera ganar.
Sin embargo, el daño ya estaba hecho. Un mal gobierno, alejado del pueblo. Duarte sabía caerle bien a la gente, pero era un recurso que no lo empleaba constantemente, por el contrario, sólo de vez en cuando.
El daño ya estaba hecho, pues para ese entonces ya no había dinero. Los hoyos que hicieron al presupuesto él y sus principales colaboradores —unos parecen intocables, nadie los menciona; ¿lograron acuerdos?— se reflejaban en airados reclamos ante la falta de los millonarios pagos.
Y el daño estaba terminado de hacer porque hasta el último minuto quiso impedir que Héctor Yunes fuera el candidato del PRI, impulsando de manera desesperada y ya contra todos a su última carta, que fue Alberto Silva, porque la de Érick Lagos y otras no prosperaron.
Duarte quiso imponer sucesor, por encima de la determinación presidencial, cosa que lógicamente no logró.
Lo que sí consiguió fue revolver y contaminar las aguas priistas. Los que tenían dudas del triunfo —muchos— terminaron de convencerse de que lo mejor era jugar al menos con 2 cartas o de plano irse con Miguel Ángel Yunes Linares.
¿Cuántos de los cercanos a Duarte, en ese entonces, es decir, en pleno proceso electoral, ayudaron a Yunes Linares? Nadie tiene el dato preciso, pero se apuesta doble contra sencillo que hubo algunos.
Fue así como Duarte casi terminó de cavar su tumba.
Casi, porque las últimas paladas las dio tras la derrota, cuando empezó a tomar decisiones, fuera de todo orden, para ponerle rocas en el camino a Yunes, terminar de dejarlo sin dinero y tratar de protegerse con su fiscal, magistrados y un órgano anticorrupción a modo.
Fue su idea. La exportó a Chihuahua y a Quintana Roo, pero hicieron mucho ruido, se les volvió a pasar la mano, y les echaron abajo su teatro.
Todo eso ahora es historia. El presente es lo que se ha estado informando con motivo de su detención en Guatemala.
*** Duarte salpicó en su gobierno a tres cuartas partes del mundo político en Veracruz. Y los salpica ahora que está detenido.
Debe haber un gran número de personajes en estado nervioso. Fue algo muy “democrático”, pues abarcó a perredistas, panistas y, por supuesto, a priistas, además del chiquitaje. También salpicó a políticos de nivel nacional, que ahora miran para otro lado y quieren que esta tempestad pase rápido.
¿Cuántos de éstos serán vistos en la situación de Duarte? Muy pocos, con relación a la larga lista de beneficiados.
EL MÉRITO DE LA DETENCIÓN
Ahora que unos y otros dicen tener el mérito de la aprehensión de Javier Duarte, vale la pena recapitular cómo fue el proceso legal que lo llevó a la cárcel.
Desde mi punto de vista, con diversos datos obtenidos con políticos cercanos a este proceso, el mérito correspondería a Juan Manuel del Portal, el titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Primero, sus auditores detectaron, en los tiempos legales, las anomalías administrativas y lo que ahora sabemos fueron los robos más escandalosos en el país.
Esto dio paso a que se pudieran presentar las denuncias ante la Procuraduría General de la República (PGR), lo que se hizo, según se sabe, con precisión.
Si hubo retraso para que las denuncias de la ASF avanzaran, fue del lado de la PGR.
Claro, debe tomarse en cuenta que denuncias de ese tipo y nivel sólo prosperan cuando se da la decisión política.
Pero Juan Manuel del Portal nunca quitó el dedo del renglón. Se sostuvo en sus acusaciones.
Nadie tuvo que insistirle o conminarlo a que hiciera su trabajo. Simplemente cumplió con su deber e hizo lo que tenía que hacer como parte de su función.
Detectó prácticamente todas las desviaciones de los recursos y así estarían asentadas en las denuncias.
Ahí aparecen los nombres de todos los involucrados, algunos de los cuales han empezado a pagar las consecuencias. Pero faltan varios. ¿Los veremos igual que a Duarte o tendrán más suerte?
*** Por cierto, como se ve, Javier Duarte no estaba muerto y resultó falso que el gobierno federal no lo quisiera detener.
Hubo la voluntad del presidente Peña Nieto para aprehenderlo. Si hubiera querido, la PGR se hubiera hecho la desentendida nuevamente.
CANDIDATOS, NO SE DEN POR TALES
El registro de los candidatos a presidentes municipales vence el próximo 25. Hasta ese día tienen los partidos para poder hacer modificaciones.
Así que señores y señoras candidatos, aún no se den como seguros abanderados de sus respectivas organizaciones, sobre todo del PRI, PAN y PRD.
En el PRI, aunque se ha realizado sin bulla, hay cambios. Si no que le pregunten a Marilda Rodríguez, que ya estaba anotada en Vega de Alatorre y de un día para otro la quitaron.
Y esto ha repercutido, en algunos casos, en modificaciones en otras organizaciones, como Acción Nacional.
Así que nadie se dé por seguro. La paridad de género provoca todavía mucho dolor de cabeza, pues es algo así como un rompecabezas.
No se trata sólo de darle 106 candidaturas a mujeres, por las 212 alcaldías que hay. Las mujeres, por ley, tienen que ser candidatas en lugares en donde su partido tenga posibilidades de ganar.
Además, cuando la mujer es la candidata a la alcaldía, el propuesto para la sindicatura tiene que ser hombre y viciversa. Como se ve, esto no es sencillo.
Mientras tanto, insistimos, nadie se dé como seguro candidato hasta después del día 25. Y eso quién sabe, porque los tribunales electorales aún podrán decir otra cosa.