JUAN BUSTILLOS MONTALVO Y PAULINO ALBERTO VÁZQUEZ VILLALOBOS, DOS PRIÍSTAS DE ÁLAMO QUE NO CONTROLAN NI A SUS “ESPOSAS”…

En Álamo, dos personajes con fama de nefastos, perniciosos y traidores, Juan Bustillos Montalvo y Paulino Alberto Vázquez Villalobos, que además se cargan la fama pública en este pequeño pueblo, de no haber podido controlar cada quien por su lado, a sus respectivas esposas, tratan de espantar con el petate del muerto al Comité Directivo Estatal del PRI, de que si no les hacen caso y que si no es uno de ellos el candidato a la presidencia municipal por el partido tricolor, abandonarán las filas y se irán a otros partidos para llevarse más de diez mil votos, todo por intentar hacer sentir su fuerza política, una fuerza que en realidad todos los alamenses saben que no existe, que son simples calenturas de Juan Bustillos y de Paulino Vázquez Villalobos, quienes en varios procesos electorales han sido derrotados de manera abrumadora, y de pilón, cual si se tratara de darles un “tiro de gracia”, ambos sujetos, fueron abandonados por sus esposas.
Para que el Comité Ejecutivo Nacional del PRI valore la realidad de este par de perniciosos individuos, basta repasar una pequeña parte de sus respectivas biografías políticas y personales.
Juanito Bustillos Montalvo, alias “El Vaina Vana”, alguna vez fue el personaje emblemático de la clase política en Álamo, tuvo la suerte de ser alcalde y dos veces diputado federal. En el 2004, se encaprichó en imponer como candidato por el PRI a su hermano Héctor Bustillos Montalvo, su presión no tuvo éxito y al final, empecinado en hacerlo presidente municipal, lo lanzó como candidato por el Partido Revolucionario Veracruzano, con tan malos resultados que ni siquiera una triste regiduría alcanzó. En esa campaña electoral, Juan Bustillos Montalvo se gastó gran parte de dinero que había logrado ganar como alcalde a manos llenas, pero lo hizo como una inversión que regresaría multiplicada a sus manos, el gasto fue un verdadero fracaso, su hermano Héctor perdió la alcaldía y él perdió gran parte de su fortuna personal.
Para el 2007, la locura de Juan Bustillos Montalvo para regresar a la presidencia municipal se había acrecentado peligrosamente, y como de nuevo fue desairado por el PRI estatal tomó la decisión de postularse como abanderado del PRD, invirtiendo otra buena cantidad de dinero para alcanzar el añorado cargo que en el 2004 su torpe e inútil hermano no había logrado ganar. De nuevo se tuvo que enfrentar con la triste realidad, Juan Bustillos Montalvo fue derrotado en las urnas y enviado casi a los últimos lugares de la votación.
Las dos derrotas políticas trajeron como consecuencia graves problemas económicos y hasta familiares.
Un buen día, cuando Juanito llegó a casa de su suegra donde vivía con su esposa María Eugenia Estrada López, en calidad de “arrimado”, sus escasas pertenencias personales estaban afuera de la casa, en bolsas negras de basura, sujetadas con cinta canela. Quiso protestar, quiso alegar, pero nadie le escuchó. Adentro de su recamara y de la sala, festejaban su nueva relación matrimonial dos personajes, la ex esposa de Juan Bustillos Montalvo, y un chofer del ADO, que había decidido hacer vida matrimonial con la señora María Eugenia Estrada López, la hija del célebre abogado alamense Neftalí Estrada Azuara, aquel personaje que fue asesinado en pleno centro de la ciudad en compañía del diputado federal Demetrio Ruiz Malerva.
Juanito ni siquiera se le ocurrió reclamar la patria potestad de los dos menores hijos, porque se exponía a que su esposa hiciera pública la verdad de que ambos menores no eran suyos pero que por algún tiempo fingió que él era su verdadero padre cuando todo mundo sabía que el llamado “Vaina Vana” estaba impedido para procrear.
Con las lágrimas escurriendo de su rostro, subió a sus cosas a su camioneta y se fue a refugiar a la casa de su señor padre Antonio Bustillos Cárcamo, la casa paterna, construida por sus padres en el ejido Jardín Viejo, donde fue recibido de mala gana por su hermana Martha Alicia, donde hasta la fecha vive como un patético perro abandonado. Ese es Juanito Bustillos Montalvo, el que ahora amenaza llevarse diez mil votos sino le hacen caso.
El otro sujeto que le hace segunda se llama Paulino Alberto Vázquez Villalobos, un junior de la política cuyo padre, Paulino Vázquez Monroy no ha logrado verlo convertido ni en alcalde ni en diputado local. De nada ha servido la insolente fortuna que tiene Paulino Vázquez Monroy, para satisfacer su capricho de ver convertido a su vástago en un poderoso actor político.
En el 2004, aún se recuerda, don Paulino Vázquez Monroy, le pidió la candidatura para su hijo Paulino Vázquez Villalobos, a Dante Delgado Rannauro, dueño del partido Convergencia. Le prometió que el pagaría la campaña de su hijo y que su fuerza política lo llevaría al triunfo. Por más ganas que le puso don Paulino Vázquez Monroy su inútil y mediocre hijo fue barrido en las urnas, derrota que estuvo muy cerca de provocarle un suicidio, pues el chamaco una vez que le notificaron que las actas de escrutinio no le favorecían se puso a llorar y encerrado en su cuarto trato de meterse un tiro en la boca por este resultado adverso en las urnas, las suplicas del padre lograron salvarle la vida.
Seis años después, en las elecciones locales del 2010, don Paulino Vázquez Monroy, logró que desde Xalapa, hicieran candidato a diputado local a su vástago, Paulino Vázquez Villalobos, y con regalos de fajos de dinero hizo que se archivara el pasado político de su hijo como candidato a presidente municipal por Convergencia. Y ahí como candidato, tratando de ganar el cargo para darle el gusto a su señor padre, pero aun echándole todas las ganas del mundo, su mediocridad y su torpeza de nuevo lo hicieron perder en las urnas. En este su segundo fracaso electoral ya no se quiso suicidar como en el 2004, lo que sí hizo fue agarrar por varias semanas y meses la borrachera, ninguna botella lo dejaba satisfecho, quería acabarse todo el licor que le ponían enfrente. Pero mientras Paulino Alberto Vázquez Villalobos se perdía en las garras del vicio, en su casa se gestaba otra tragedia familiar. Su esposa, Rocío Ruvalcaba, molesta por el abandono de su pareja, era visitada casi todos los días por su concuño Bruno Reyes Alamilla, esposo de Ana Laura Vázquez Villalobos, quien empezó consolándola con palabras, y con abrazos hasta que un día descubrieron que el amor había llegado a sus corazones, dejando cada uno a sus respectivas parejas para irse a vivir y a disfrutar su tórrido romance en la congregación de Chapopote.
Eso no es todo. En las elecciones locales del 2013, don Paulino Vázquez Monroy propuso a su hija Ana Laura Vázquez Villalobos, la exesposa de Bruno Reyes Alamilla, como candidata suplente a la diputación local por el distrito de Álamo, siendo la candidata propietaria Michelle Gustin. El resultado de esa elección todos lo conocen. Ambas mujeres fueron derrotadas de manera abrumadora, sobre todo en Álamo, donde la candidata suplente no pudo demostrar que tenía trabajo y presencia política.
En el actual proceso electoral, Paulino Vázquez Villalobos y Juan Bustillos Montalvo, alegan que ellos tienen todo el derecho de ser los candidatos a la alcaldía, porque tienen miles de seguidores, empezando por sus respectivas esposas y sus actuales “ayudantes”, y que si no les dan la candidatura se irán del partido para hacer ganar con sus casi cien mil votos a otro candidato diferente al PRI sin aceptar que como actores políticos se han quedado sin fuerza alguna, precisamente porque están acostumbrados a traicionar y a chantajear, olvidándose de sus paisanos cuando tuvieron la oportunidad de consolidar sus respectivos grupos políticos.
Lo arriba descrito no es cuento ni es invento de quien esto firma, es un tema público que todos conocen. Esa es la realidad de Juanito Bustillos Montalvo alias “El Vaina Vana” y de Paulino Vázquez Villalobos, alias “El Selembo” en el polvoriento municipio de Álamo.
¿Alguien con estos problemas existenciales tiene la capacidad de encabezar una contienda municipal? Se reciben toda clase de comentarios y opiniones en el correo electrónico: ricardo.rj.2014 @outlook.com